Era solo un concierto en Madrid, pero parecía que operábamos a corazón abierto en medio del escenario del Auditorio Nacional de Música y a la vista de un patio de butacas al completo. Claro: era noviembre de 1994 y se trataba de nuestra primera actuación aquí, muy cerca del kilómetro cero donde entonces nos parecía que empezaban todas las cuentas.
Éramos como el torero en la tarde en la que toma la alternativa en Las Ventas, en plena Feria de San Isidro, y resultaba difícil saber si eso que algunos sentían era emoción o el estómago digiriéndose a sí mismo…
Víctor Pablo oficiaba de cirujano y una Sarah Chang de 15 años que decía hacer sus deberes del colegio siempre por ahí de gira y que enviaba por fax tocaba el violín. La presentación debió funcionar muy bien, porque el concierto que la Orquesta Sinfónica de Galicia ofrece mañana en el ciclo ¡Solo Música! que organiza el Centro Nacional de Difusión Musical es el concierto número 27 que ofrecemos en Madrid, en esta ocasión con la colaboración de la Xunta de Galicia y el Xacobeo 21-22.
Tras el viaje relámpago de esta mañana quizá inspirado en Speedy Gonzáles y que nos llevó desde el Palacio de la Ópera a la entrada de artistas del Auditorio Nacional de Música sin solución de continuidad nos encontramos de pronto en el inicio del ensayo con el maestro James Conlon. Había tres horas por delante para ajustar lo que ya se había ensayado y ofrecido en A Coruña unas semanas antes: esas segundas de Schumann y Brahms con las que la OSG participa en este duelo romántico en el que Robert y Johannes se verán las sinfonías y las caras. Antes de levantar su batuta y dejar paso a la música de Schumann, el maestro se dirigió a la orquesta para decirle lo feliz que se encontraba de participar en esta fiesta de la música tipo «contrareloj sinfónica venga usted descansado de casa» en el que dirigirá ocho sinfonías en 48 horas. Algo que –dice– no olvidará.
En el siglo XIX los duelos acostumbraban a terminar con alguien dañado. Aquí, esperamos, las cosas no serán tan extremas… después de todo nadie muere si alguien desafina o no entra a tempo.
Categories: Gira Madrid, Xacobeo 21-22
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