Tras cuatro años seguidos visitando y actuando en el palacio Eudkalduna de Bilbao la Orquesta Sinfónica de Galicia certifica que, efectivamente, en todo el edifico no hay hormigas.
En todo caso la OSG es una orquesta preparada para cualquier eventualidad, a lo que sin duda ayuda la turba de himenópteros que pasea a su albedrío por sus atriles en el Palacio de la Ópera de A Coruña.
Son hormigas. Más que hormigas son hormigaz, que es como deberíamos llamarlas cuando hablamos de hormigas ilustradas, porque se pasan el día rebuscando entre las grandes obras del repertorio orquestal de todos los tiempos: lo mismo les vale un recorrido express por un ballet de Stravinski que una acampada de fin de semana en una sinfonía de Berlioz.
Además de no haber ni hormigas ni hormigaz, el Euskalduna es un señor recinto para celebrar conciertos porque cuenta con una acústica excelente; el escenario huele a madera y, además, no cruje al pasar, lo que no deja de asombrar a la orquesta gallega.
En el backstage –que también huele a madera– la luz de trabajo es también luz de trabajo y en media hora puedes ver más personal técnico que en casa en toda una semana.
Los camerinos, como mucho, huelen a limpio y hay además una amplia cafetería solo para artistas con un servicio gratuito de café, infusiones y pastas gentileza de la organización que, por nuestra parte, se merece cuantos parabienes se nos puedan ocurrir.
Dicen que el edificio del Euskalduna ya tiene sus años, pero a muchos nos parece que lo inauguraron esta misma mañana. En la entrada de artistas hay tres azafatas y un vigilante de seguridad, además de un torno bastante serio, configuración por defecto que explicaría porqué aquí no se ha robado nunca un trombón.
En todo caso, la Sinfónica de Galicia es una orquesta todo terreno y está preparada para actuar a pesar de las goteras –ya se produzcan en el backstage, en el patio de butacas o hasta en el mismo escenario– y a interpretar a Wagner a toda potencia con el escenario sujeto por vigas con calzador para que quede bien ajustado, no vaya a ser que inesperadamente estornude alguna valquiria con sobrepeso y todo se venga abajo.
Esto da mucho bagaje a la OSG, que a pesar de dar conciertos en algunas de las mejores salas de Viena, Colonia, Hamburgo, Hannover o Madrid, pone la misma ilusión cuando se ve en la necesidad de hacerlo en el interior de un corral.
Categories: Musika-Música 2020
Tags: Bilbao, Euskalduna, Hamburgo, Hannover, hormigas, Madrid, Palacio de la Ópera, Viena.
Comments are closed.