Parece que últimamente nos pasamos el día contando cosas por aquí, ya sean anécdotas o compases, pero es que contar va en nuestra naturaleza: ya desde niños nos pasamos la infancia contando, ya sean lobitos, estrellitas de san Juan o dedos. Y de adultos ya no digamos: cuánto falta para llegar a Bilbao, lo que nos queda en el banco, lo mucho que tardas en salir del baño y hasta los años que nos restan para dejar todo esto.

Pues en el departamento de producción de la Orquesta Sinfónica de Galicia cuentan atriles. Y soportes para instrumentos. También cuentan taburetes y esa especie de sarcófagos egipcios en los que los contrabajos viajan como momias encapsuladas. Y cajas. Sobre todo cuentan cajas cuando vamos de gira y hay que encajar las cuatro toneladas de material en el trailer de dieciséis metros de largo por algo más de cuatro de alto en el que viajan la mayor parte de los instrumentos (desde violines hasta timbales pasando por todas las secciones de la orquesta y que más que un cuadro pintoresco es todo un paisaje) junto con los soportes para los instrumentos de viento y los de la percusión así como las bandejas para los atriles de los instrumentos de viento madera que, por si no se sabía, los usan para sus vasitos de agua con los que humedecen las cañas y para cosas típicas de los instrumentos de viento madera en las que normalmente nadie se mete.

En total se trasladan a Bilbao unos 45 metros cúbicos de material, según cuenta José Manuel Queijo, el jefe de producción de la OSG desde que tal cosa existe y que tiene el sistema nervioso cableado en acero y que pese a los tremendos apuros que en ocasiones se viven en lo que viene siendo la producción de conciertos jamás hemos visto hiperventilar. Además es una persona de humildad franciscana que cuando habla del trabajo con el que tanto disfruta parece hacerlo levitando a unos sesenta y tres centímetros del suelo.

Nos explica (y usamos aquí, como siempre, el plural mayestático, que para eso está y nos sirve para disolvernos en un «nosotros» del que no se sabe mucho) que la carga del trailer se realizó el miércoles tras el ensayo y que en él participaron nuestros regidores José Manuel Ageitos y Daniel Rey así como la auxiliar de regidor Montse Bonhome junto con seis personas más. Tocaban casi a media tonelada de material por persona…

Pensábamos relatar aquí el proceso de producción de todo este tinglado, pero esto va para las redes sociales y parece que la gente anda con poco tiempo, así que resumiremos diciendo que encajar el trailer en la zona de carga y descarga del Palacio de la Ópera de A Coruña es como enhebrar una aguja con guantes de boxeo, que el festival Musika:Música que se celebra en el Palacio Euskalduna es un sin vivir para la producción porque tienen que montar y desmontar todo el tinglado orquestal en poco menos de siete minutos entre concierto y concierto y que somos afortunados porque el camión de la OSG estaba de primerito en el orden de descarga en la mañana del viernes (cuando leas esto la descarga quizá ya es historia, aquí la gente de producción te madruga mucho).